lunes, 25 de junio de 2012

SÁFIRA FILOSÓFICA

ARGUYE DE INCONSECUENTES EL GUSTO Y LA CENSURA DE LOS HOMBRES
QUE EN LAS MUJERES ACUSAN LO QUE CAUSAN

Hombres necios que acusáis
A la mujer sin razón,
Sin ver que sois la ocasión
De lo mismo que culpáis

Si con ansia sin igual
Solicitáis su desdén,
¿Por qué queréis que obren bien
Si las incitáis al mal?

Combatís su resistencia
Y luego, con gravedad,
Decís que fue liviandad
Lo que hizo la diligencia.

Parecer quiere el denuedo
De vuestro parecer loco,
Al niño que pone le coco
Y luego le tiene miedo.

Queréis, con presunción necia,
Hallar a la que buscáis,
Para pretendida, Thais,
Y en la posesión, Lucrecia.

¿Qué humor puede ser más raro
Que el que, falto de consejo,
Él mismo empaña el espejo,
Y siente que no este claro’

Con el favor y el desdén
Tenéis condición igual,
quejándoos, si os tratan mal,
burlándoos, si os quieren bien.

Opinión, ninguna gana,
Pues la que más se recata,
Si no os admite, es ingrata,
Y si os admite, es liviana

Siempre tan necios andáis
Que, con desigual nivel,
a una culpáis por cruel
y a otra por fácil culpáis.

¿Pues como ha de estar templada
La que vuestro amor pretende,
Si la que es ingrata ofende,
Y la que es fácil, enfada?

Mas, entre el enfado y pena
Que vuestro gusto refiere,
Bien haya la que no os quiere
Y quejaos en hora buena.

Dan vuestras amantes penas
A sus libertades alas,
Y después de hacerlas malas
Las queréis hallar muy buenas.

¿Cuál mayor culpa a tenido
En una pasión errada:
La que cae de rogada,
O el que ruega de caído?

¿O cual es más de culpar,
Aunque cualquiera mal haga:
La que peca por la paga,
O el que paga por pecar?

Pues para que os espantáis
De la culpa que tenéis?
Queredlas cual las hacéis
O hacedlas cual las buscáis.

Dejad de solicitar,
Y después con más razón,
acusaréis la afición
de la que os fuere a rogar.

Bien con muchas armas fundo
Que lidia vuestra arrogancia,
Pues en promesa e instancia
Juntáis diablos, carne y mundo

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