UNA BALLENA
Del libro: Cuentos de
cinco minutos
Una vez, cerca de la playa apareció una
ballena. La ballena salió del mar poco a poco, primero se vio un chorro de agua
que subió muy alto, igual que una fuente. Después fue sacando el cuerpo enorme
y quedó flotando sobre las olas como una montaña blanca.
La ballena entonces
miro hacia unos niños, que jugaban en la
playa, y sonrió. La ballena no hablaba como nosotros, la ballena hablaba en
música. Y hay que escucharlas con mucho
cuidado para entenderlas. La ballena dijo:
-…ti…ti…ti y volvió a repetir varias veces, hasta que los niños
entendieron qué quería decir. – Soy
ti…ti…ti…era el nombre de la ballena que en música sonaba así.
La ballena estuvo
todavía un rato mirando a los niños y después volvió a hundirse en el mar. ti…ti…ti…
es la ballena más grande que existe en el mundo y vive en el polo norte.
Ti…ti…ti… quiere a todos los niños de la tierra y le gusta jugar con ellos
–ti…ti…ti…viaja por el fondo de los mares, igual que un submarino, y se asoma a
las playas para ver a sus amigos.
Al día siguiente la
ballena volvió a salir. Y en cuanto la vieron aparecer los niños, desde la playa,
empezaron a llamarla: - ¡ti…ti…ti…!
-¡ti…ti…ti…! Y se metieron al mar para acercarse nadando. La ballena que
seguía flotando muy tranquila cuando los niños estuvieron cerca, abrió la boca
enorme… ¿Y sabes lo que ocurrió…?
Pues que los niños
pudieron ver que ti…ti…ti… por dentro, era igual que una casa preciosa, con el
suelo, las paredes y el techo de color rosa y tan blandito que , aunque te
dieras porrazos, nunca podrías hacerte daño. Tenia una fuente de la que Salía leche,
para beber si tenían sed.
Y había una bandeja
llena de galletas, que podían saber a lo que más te gustara, por si tenías
hambre. Y para que te acostaras, si querías dormir, había camas de espuma de
mar. Lo más maravilloso de ti…ti…ti… la ballena blanca es que si estas con
ella, nunca tienes miedo.
A su lado los niños pueden nadar muy lejos
aunque no hagan pie, o meterse bajo el agua y bucear igual que los peces. A la
ballena blanca le gusta pasearse horas y horas con la boca abierta, mientras
sus amigos se bañan, para que puedan entrar si se cansan de nadar, o tienen
sed, o quieren comer.
A ti…ti…ti… tampoco le importa que los niños
jueguen con sus balones, salten y corran, dentro de ella, igual que si
estuvieran en su casa. En invierno, cuando las playas están vacías y ya no hay
niños que se tumban en la arena, ti…ti…ti… la ballena blanca, no se olvida de
sus amigos. Los visita por las noches
para llevarlos a navegar.
Aparece y les dice hablando en música: -Soy
ti…ti…ti… Con la ballena blanca se puede bajar hasta el fondo del mar. Y ver a
las sirenas que viven en sus palacios de
nácar. Y a los caballitos del mar que corren por los bosques de coral. .y a los
barcos hundido que guardan tesoros de oro y plata.
Dentro de ti…ti…ti…los niños, si quieren, pueden
recorrer todos los mares. Los mares azules donde nadan los peces chiquitos. Los
mares verdes donde viven las tortugas y las serpientes de mar. Los mares
obscuros donde los peces tienen que llevar luces de colore para no perderse.
Y si el viaje es muy largo. Y a los niños
les da sueño, pueden acostarse a dormir tranquilos escuchando el corazón de la
ballena que suena así: tac…tac…tac…
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